Paisaje. Autor: Malcolm de Chazal
Todos los dedos de los pies de los animales son en diversos grados una mezcla del pulgar y el meñique humanos. Si ustedes dividen por dos los "extremos" de la mano del hombre tendrán así casi todos los equivalentes animales. Análogamente, para "reencontrar" ciertos gestos del hombre en el animal hay que "diferenciar" el gesto animal en sus extremos e integrar el promedio por interpolación.
En el hombre está la gama de todo lo viviente. En el animal, sólo se vuelven a encontrar los polos aplanados del hombre sin ningún lugar entre ellos para lo espiritual. El animal sólo es un reflejo espiritual y el hombre un sol en miniatura del otro mundo en miniatura...
El ojo humano ve lleno y la boca ve vacío. En la mujer la boca ve lleno y el ojo ve vacío.
"Poseemos" a la mujer con la mirada, la mujer nos posee con la boca, toma de posesión de los rostros, comparables al acoplamiento bífido de los caracoles...
Siempre se lleva algo de la propia mentalidad a todo lo que se siente. Siempre ponemos algo del olor de nuestra alma en lo que nos rodea. Recreamos los perfumes.
El olfato es la mejor fábrica de olores y un perfumista de primer orden...
La voluptuosidad es el lado más occipital del tacto...
Dientes separados: la boca ve entre los dientes. Dientes gigantescos en una boca minúscula: la boca ve en los dientes...
La pupila es la más profunda cavidad de sombra, ¿y el más poderoso foco luminoso, así como el carbunclo es un agujero negro que lanza llamas?; así como los destellos del diamante negro son flechas nocturnas que arden...
Bermellón distante: niebla azul que flota sobre "el paisaje" del rojo con anteojos ahumados azules...
Como dos retinas que se vieran entre sí tan cerca y se eludieran una a otra, en la voluptuosidad pronto se llega a un estado en el cual ya no sabemos si somos nosotros o el cuerpo del otro que penetramos, como los nervios cruzados pierden el rastro de su origen. En el ascenso de la voluptuosidad morimos progresivamente en nosotros para resucitar en otra. Y en el descenso de las altas cumbres del placer morimos en otra para resucitar en nosotros. La voluptuosidad es un ciclo de transposición de vida.
Las flores tienen miradas de niño y boca de viejo - inocencia y sabiduría reunidas., los polos de la vida se tocan, círculo cerrado de lo divino.
La luz jamás es sucia, salvo en la mirada del hombre.
El oído es un espectador que aplaude con los ojos.
La bondad civiliza. ¡Cuántas santas comenzaron como campesinas y terminaron como grandes señoras!...
El adulterio es para el hombre un excitante, y para la mujer un calmante.
La pasión sin testigos tiene una vida corta. Romeo y Julieta, en una isla desierta, hubieran terminado pronto como un matrimonio burgués.
La plegaria verdadera nos hace arrodillarnos tanto de codos como de rodillas. En el éxtasis, la boca se prosterna en el rostro, como una rodilla rezando.
El sol es el comunismo integral, salvo en las ciudades, donde el sol es propiedad privada.
Los snobs tosen por la nariz.
El perro es, de todos los seres vivientes, el que menos tiene el instinto nómada. Por este título, es el primero en fecha de los civilizados. Y como prueba: los perros domésticos se apartan instintivamente de los perros vagabundos, como nosotros, los hombres, evitamos a todos los que no tienen un techo fijo.
La flor no conoce los "días de la semana". Ella está siempre vestida de domingo.
La boca es el anagrama de los ojos. Y los ojos, el anagrama de la boca.
El color gris es el cenicero del sol.
¿Qué se ría de un rey sin su séquito?... Caídos sus pétalos, el corazón de la flor ya no resplandece.
Son los profetas de la desgracia los que menos se equivocan, pues la desgracia casi siempre nos llega de frente, mientras que la felicidad nos llega de espaldas.
El silencio es un abogado que defiende su causa con los ojos.
El beso termina en punta de aguja, y la voluptuosidad en abanico. El beso es flecha, y la voluptuosidad es surtidos.
La mujer nos torno poetas; el niño nos torna filósofos.
La abeja está demasiado ocupada en recoger el jugo de las flores para detenerse en contemplar los campos paradisíacos en los que penetra a cada instante. ¡El hombre está demasiado ocupado en "ganar su vida" para vivirla!
Si el sol fuera modesto no se ría sol. No se puede ser grande y disminuido al mismo tiempo.
Sólo a los veinte años las lágrimas son un afrodisíaco.
El diablo es el lado más estable de las creencias. El debilitamiento de la creencia en el diablo preludia la decadencia de las religiones.
El hombre está dispuesto a creerlo todo, con tal que se lo digan misteriosamente. Quien quiere ser creído, debe hablar en voz baja.
Estamos todavía en el estado burgués de la poesía, en la que la música de las palabras, metida entre las dos riendas del diccionario y de la gramática, debe obedecer a estas dos o sufrir el látigo de la ignominia. La poesía no puede ser viva y liberada, mientras los poetas no se atrevan a cambiar el sexo de las palabras, a voluntad, con el fin de crear disonancias y asonancias para encontrar las necesidades de la musicalidad del verbo y las modulaciones del pensamiento. La poesía no será angélica sino el día en que las palabras sean plásticas.
La muerte es más fácil de definir que la vida, así como el signo menos es mucho más preciso que el signo más.
Los artistas son únicamente los estudiantes de la luz, de la cual la flor es la única diplomada. El artista no tiene sino el arte de los colores. La flor tiene también la ciencia de los colores. Por ciencia hay que entender el sentido perfecto, que significa conocimiento intuitivo y absoluto, y que aparte la nota falsa y el paso en falso. Pintores, tenéis en la flor el mejor maestro de dibujo, el mejor colorista y el mejor formalista. Pero como la flor no enseña sus secretos sino únicamente por la mirada, no basta mirar la flor para aprender de ella, sino, sobre todo, hacerse mirar por ella. El hombre que nunca haya sentido el ojo de la flor posarse sobre él, no es un artista, por muy grande que sea su prestigio y por muy incomparables sus telas.
Un hermoso cuerpo de mujer es la mejor lámpara de cabecera. Dormir juntos torna menos opaca la noche.
La muerte es una electrocutación por una descarga vital, pero la descarga proviene del más allá. Esto, porque el "voltaje" de nuestro mundo es demasiado bajo para matar. Poned a la humanidad de un extremo a otro, como una batería en serie, y no conseguiréis la millonésima parte de la fuerza electro-psíquica del más "diminuto" de todos los ángeles del Paraíso.
Los colores rosados son los dientes de leche del sol.
Si las iglesias estuvieran construidas en forma de ataúdes, los fieles huirían de ellas como de la peste. Del mismo modo que se toma un narcótico para tratar de olvidar la vida, ¡cuántos no van a la iglesia para tratar de olvidar la muerte!...
La idea de Dios varía de edad en edad con la subida y el descenso de las religiones; la idea del Diablo es el más estable de nuestros instintos; ya que la adoración es pasajera y el miedo, permanente.
Dios está en todas partes en la naturaleza, pero aparece en todas partes de incógnito. Lo que nos impide ver a Dios, es que nuestro espíritu es complicado, mientras que Dios es simple.
El olor es el más permanente de todos nuestros gustos. Cuando no se ama un olor, es para siempre.
La voluptuosidad es un placer redondo. Si la Serpiente hubiera partido en dos la Manzana, la Voluptuosidad nunca hubiera existido.
El diamante es la gallina de los huevos de oro de la luz.
Un hombre obeso que gesticule parece más gordo todavía. La simplicidad de los gestos adelgaza.
La voz humana es el mediodía de los sonidos.
El humo es una indigestión del fuego.
El miedo descompone el aliento, como una ensalada rusa que caminara de espaldas para volver a sus elementos.
El nimbo lunar es el anillo nupcial del Día y de la Noche.
La boca es más periódica que el ojo. La mujer tiene el ojo para "su mes" y tiene su boca para "el día".
El sol tiene la mirada inmutable. Dios en toda su eternidad, no ha pestañado ni una sola vez.
Nunca se es totalmente loco de los dos ojos a la vez, o totalmente sabio de los dos al mismo tiempo.
Siempre un ojo hace un poco el clown, mientras que el otro permanece serio. El ojo es una balanza hormigueante de contrapesos.
El egoísmo pone los sentimientos en fila india.
El otoño es el palimpsesto de todas las estaciones.
Siempre hacemos esperar a Dios por unos clientes más apremiantes. La misa es la entrevista con Dios fijada de antemano.
La voluptuosidad es la más poderosa sensación que tenemos de la velocidad.
El Diablo es la cuarta dimensión de las iglesias.
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Malcolm de Chazal nació en Vacoas de la Isla Mauricio el 12 de septiembre de 1902. Ingeniero y funcionario técnico de teléfonos y electricidad. Es autor de dos tratados de economía. Publicó una serie de libros de pensamientos y aforismos poéticos influidos por la concepción mística de Swedenborg. Su obra fue presentada en Francia con el respaldo y los amplios elogios de Jean Paulhan. Los surrealistas - Breton en especial - vieron en Malcolm de Chazal a uno de los suyos por su método de captación de la realidad mediante una especie de iluminación. En los últimos años escribió un número considerable de obras teatrales. Desde el año 1958 se dedicó también a la pintura. Falleció el 1 de octubre de 1981.
En una límpida tarde, una experiencia mágica y milagrosa (que comienza a serlo cuando surge de una alteración inesperada de la realidad, de una inhabitual iluminación o de una privilegiada e intensa revelación) lo marcó para siempre. Estando en el Jardín Botánico de Curepipe, a los 42 años de edad Chazal, advierte que una flor de azalea lo está mirando. Y se convierte en flor sin dejar de ser él mismo. A partir de entonces, cuando mira a su alrededor el agua tiene brazos, la luz pechos, ojos el fuego y voluntad el viento. Las estrellas son un ramillete de miradas. Un surtidor es la forma visible de una concepción del espacio, el movimiento de una mujer que dibuja una idea metafísica del tiempo.