domingo, 25 de enero de 2009

POEMAS DE VÍCTOR RAÚL JARAMILLO






BALADA PARA PAULA

Víctor Raúl Jaramillo


DIÁLOGO DE ABRIL



Me hallo ahora,

vértice, sol,

bosque que indagas.

Tú, cervatillo,

sinsonte, aurora.

Noche alta

aquella noche.

Mi sueño nos separa.

Canto de tu vientre,

lengua del baile.

Te sigo ahora,

acunarte es el destino.

Te doy la saliva,

mujer, cadencia,

turmalina negra

imantando mi pecho.

Lluvia de abril,

caricia para la voz.

Abrazo,

relámpago,

niña extraviada

en el dolor del mundo.

Un nuevo aire

anuncia los días.

Otro violín en su brinco.

Bésame más,

arrójame en tu sexo.

Pirámide tu hombro,

lágrima tu aliento.

No llores más,

descansa,

la vida fructificará en fiesta.



AHORA DUERME QUE ESTÁS CONMIGO



Entro en ti,

turpial, amatista,

hechizo nocturno.

Cantas la vida,

nadas con mi lengua,

asustas a la muerte

con tu ritmo,

anaconda.

De otro lado

la serenata de tu cuerpo

como una ventana

al mar.

Encontramos los dos

la vigilia y el sueño

de antiguos amantes.

Nacimos para ordenar el mundo,

para darle luz

a la casa que espera.

Cumples días nuevos a mi lado,

y te bebo,

te engullo,

río negro que salta,

lirio blanco que tiembla.

Un gato llama

pasada la guerra.

Vamos en caravana,

talismán desnudo,

silla en el poniente.

Trágame entonces,

valga tu diente

en mi espalda.

Ábrete tijera,

descuelga la risa,

anuncia mi corazón.

En silencio amo también,

en silencio…

y con el ojo en tu cintura.

Subo tus piernas y nazco.

Brota

lava,

torrente,

manantial de miel.

Vamos nuevos

como ígnea voz.

Melodía en tu cabello,

vemos.

Armonía en mi mano,

amamos.

Contrapunto nuestra saliva.

Ahora duerme que estás conmigo.



BALADA PARA PAULA



Siempre en ti,

a la espera,

encontrando tu mano,

hincado ante tu abrazo.

Salto, júbilo,

beso jovial,

tierra de tu aliento.

Aquí, entre los lirios,

como animal vivificado.

Aquí, selva que regresa,

arroyo, manantial.

No te muevas,

caliéntame,

enardece la luz,

conserva tu brillo.

Antes, viaje,

solicitud, jauría.

Ahora tú:

nacimiento,

alma gemela,

estación donde soles bailan.

Ven a mi casa,

habitación de bodas,

argolla para cantar.

Enciende tu pecho,

anuncia mi ojo,

detén la ira del mundo.

Doblega guerras,

dinamita centros.

Sentido que encuentro

tu boca y tu cadera.

Senos para libar.

Palabra que pronuncio,

amor.

Primavera tu voz,

alianza, sonrisa.

Vuelve,

que ya estuvimos juntos.

Vivimos en otra tierra,

cabalgamos por el río,

un ángel nos guiaba.

Ahora contigo,

enorme, inmenso agosto.

Vida,

libre vuelo.

Liebre, velo.

Antorcha, llévame.

Yo seré tu bálsamo.





LA ESPERA



Esperarte,

con la médula en la mano,

mientras la luna cambia de fase,

en el rincón.

Esperarte

nublado de ansiedad,

corrigiendo mi día

y mi noche,

apartado de tu voz

en silencio.

Anticipando toda palabra

sin escuchar

desde mi incertidumbre.

Recogiendo la sangre mientras llegas.

Esperarte a la hora predicha,

viendo los metales correr a la otra calle,

mercurio o arena,

agua de la clepsidra.

Mi Cronos asesinando tu Aión y tu fiesta.

Cuando ya han disparado doce cañones,

cuando ya han cumplido años los antílopes.

Aquí, en el lirio de mi angustia.

Borges lo dice mejor:

Antes que suene el presuroso timbre

y abran la puerta y entres, oh esperada

por la ansiedad, el universo tiene

que haber ejecutado una infinita

serie de actos concretos. Nadie puede

computar ese vértigo, la cifra

de lo que multiplican los espejos,

de sombras que se alargan y regresan,

de pasos que divergen y convergen.

La arena no sabría numerarlos.

(En mi pecho, el reloj de sangre mide

el temeroso tiempo de la espera.)

Antes que llegues,

un monje tiene que soñar con un ancla,

un tigre tiene que morir en Sumatra,

nueve hombres tienen que morir en Borneo.






PARA VOLVER AL MAR



En otro tiempo,

oleaje, marea alta.

En tu mano, ahora,

sólida roca,

arrecife y cardumen.

Tu voz es viento suficiente

para existir.

Tu espalda un lirio,

un ramillete de camelias.

Pronto volverás al mar,

en mi barca

tu cadera estará bailando.

Ahora te meces

con mi acto amoroso

de decirte “sí”.

Cómo esperar más,

si tu aliento,

semilla agreste,

me canta y me acuesta.

No es que no estés.

Estás y te llevo

como el sol

de una ciudad

alta y fija.

El movimiento de tu cintura

es estación amapola,

palmera feliz de potro.

Desnúdame otra vez,

mójame,

liviana menta y ley.

Iremos al mar,

no porque esté lejos,

sino a reconocer nuestra sal.

Eres cielo en mis oídos,

como un dios que vibra

entrada la noche.

Diálogo mudo,

mutado silencio en rayo.

Un tigre te habita.

Un águila nos lleva.

Aquél delfín vuelve rozando.

Mírame como anoche.

Ese beso primero no ha acabado.

Destino es piedra labrada

en tu pecho.

Corazón mío que ilumina.

Acuéstate conmigo siempre,

en mi muerte

has metido la mano.





DONACIÓN DEL POETIZAR



Cosmos:

camino para el hombre.

Tú:

playa en mi angustia.

Otras veces he estado,

ahora soy siéndote.

Astrolabio, sextante,

dinamita, fuego perpetuo.

Un poema habilitado en el pensar

sería poca cosa para tu pecho.

Amor tremendo,

mano que obra,

que agarra, que apresa,

presiona y empuja.

Eres mi habla,

mano que entrega y recibe.

Sostiene mi oscilación,

lleva mi sueño,

mi poetizar

donde dejo el donar de las cosas.

Metáfora,

palabra viva,

luz y pálpito.

En la cuna de tu cuello

descansa mi infancia.

Horizonte tu sueño,

horizonte y vianda.

Alimento jovial

para mi tormenta.

Acaso tú:

encuentro sagrado.

Acaso tu ojo.

Quizá la noche

derramada de tu pelo.

Tal vez tu hora,

tu atributo y la paciencia.

Hablado puro

tu aprendizaje,

camino y correspondencia

entre el presente

y la primera estrella.

Mujer, ciudad:

alabados tu rostro,

tu vestido,

tu argolla.

Escúchame, sinfonía.

Marea alta nuestro canto.

Medita,

pon tu obra en el lenguaje,

pon en obra tu voz.

No extrañes lo siempre presente,

habita tu lejanía.

¿Dónde está el mundo

dominado del hombre?

¿Dónde está la memoria,

el ánimo, el recogimiento?

¿Quién comprende ahora

que todos somos nosotros mismos?

Aquí te nombro

como bendita agua.

Aquí te abrazo

como quien tiene razón.






POESÍA DE LOS SENTIDOS



Decirte “ahora”,

en este momento

en que nos perdemos

el uno al otro.

Vil Cáucaso

donde devoran nuestras entrañas

la desconfianza y los celos.

Eterno Auschwitz

donde el miedo miente.

Aquí,

ahora,

en este momento,

la noche entregada

al canto de la luna

como un lobo

que se precipita.

Aquí,

en este momento,

ya,

tú dormida

y mi santo decir “sí”.

A tu colérica voz enamorada,

desde mi silencio extremaunción,

enamorado de tu velo que no oculta nada.

En la decisión de verte cada día todos los días

como un campo minado donde explotan

mi palabra y mi música.

A ti,

centelleante amor

a quien amo más,

ya que amar menos

es no amar.

Con mi lenguaje que ve,

con mi habla en el corazón.

Con una sed entera,

con un hambre insaciable.

Ciego ante las locuras

que cometen mi amor

y también mi torpeza.

Este amor inédito

lo llevo en la mano,

de la mano,

subiendo a la montaña

como viejo,

para izar mi juventud.

Y créele al poeta:

en tu corazón

brilla la estrella

de tu destino.

Por esto:

Amo en ti.






COLUMNAS DE FUEGO

DONDE SE PURIFICA EL AGUA



Acunados los antílopes

por la garra del tigre.

Quizá así tus muslos

y mi boca que te nombra.

Dos versiones de la furia,

gemelos que alguna vez estuvieron juntos.

Ahora ríos en otro paisaje.

Columnas de fuego

donde se purifica el agua.

Ven y atiende esta barca,

ven y consuela esta noche extrema.

Caída en el tiempo tu ausencia.

Desplomada bestia que implora salud.

No más que citar la ilusoria esperanza.

Acaso la vuelta a un primer abrazo.

Tal vez el día sea otro vacío

que el sol alumbra.

Y la nostalgia una manera más calcárea

de reconocer el paso con las monedas en los ojos.

Quizá el tiempo que imploro

no sea más que una nada

que da forma a los cuerpos.

Y la voz una forma de olvido.





***





Víctor Raúl Jaramillo. Sonsón, 14 de junio de 1966. Filósofo de la Universidad de Antioquia, Licenciado en Educación de la Universidad Cooperativa de Colombia y Doctor canónico y civil en Filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana. Ha hecho estudios de pintura y música. Creador de un Consultorio Filosófico. Fundador del grupo de metal Reencarnación con el que ha prensado tres demo-tapes: Dioses muertos (1987), Alucinógeno (1989), Planeta azul (1994). El L.P.: Reencarnación (1988). El E.P.: Acompáñame a la tumba (1988), ambos editados en vinilo poligrabado en U.S.A. por Nuclear War Now Productions (2006). Los CD’S: Egipto (Lorito Records 1996), Visiones terrenales (Ediciones Fábula 2000), Reencarnación (Vasco Producciones 2001- Dark Desire 2005), Más hombres, menos estatuas (Ediciones Fábula 2005) en conmemoración de los 20 años de la banda y Demos 1987 – 1994 (La familia del mundo records 2007) Ha publicado los libros de poemas: Tatuajes de viento (Revista Poesía Editada por El Propio Bolsillo 1992), Jornada de silencio (Ediciones Fábula 1994), Lucifer el hermoso (Ediciones Susurros 1997 dos ediciones), Bajo el signo de Hermes (Ediciones Fábula 1998), Alas para el escorpión (Ediciones Fábula 1999), Poemas vivos 1992-2001 (Ediciones Fábula 2001), Prepara la guerra: poesía completa 1992-1999, seguido de Turmalina Negra (Ediciones Fábula 2005) y Balada para Paula (Ediciones Fábula 2005). El libro de filosofía y estética: El vuelo del ancla (Editorial U.P.B. 1998 y 2002). La tesis doctoral: Terapia dialógica: introducción al consultorio filosófico (Ediciones Fábula 2000) de la que estuvo ofreciendo una conferencia en Salamanca (España). La antología impropia: La reunión del solitario (Editorial U.P.B. 1999 y 2002). Sufrimiento y vida feliz (Ediciones Fábula 2004), Sobre la lectura (Ediciones Fábula 2004), Filosofía como Medicina: una mirada hermenéutica (Editorial U.P.B. 2005 y segunda edición aumentada y corregida 2006), el módulo de Introducción a la Filosofía (FUNLAM 2005), Carta a un joven filósofo (Ediciones HEFIM 2006) y En camino (Ediciones La Familia del Mundo 2007). Con su Círculo Hermenéutico de Estudios sobre Filosofía como Medicina publicó La palabra detonante (Cuadernos de Formación Avanzada Editorial U.P.B. 2001). Coautor de los libros: Fundamentación teórica, metodológica y operativa de la línea de investigación en antropología filosófica (FUNLAM 2006), Aproximaciones al arte y a la religión desde la antropología filosófica en el contexto de la postmodernidad y la globalización (FUNLAM 2008). Editó una antología musicalizada de sus poemas en cassette (Ediciones Fábula 1998). Co-productor del CD Alheña y azúmbar y otros poemas del poeta Jaime Jaramillo Escobar. Es miembro titulado de ASEPRAF (Asociación Española para la Práctica y el Asesoramiento Filosóficos). Actualmente se desempeña como profesor y terapeuta en la ciudad de Medellín.