Al oriente de la margarita canta la paz.
Profecías de la flauta sueñan el amor.
Mariposas de alto vuelo al compás de la libertad.
Piedras del ánfora en playas de la amapola
flotan con la alegría de las buganvilias.
En bares eléctricos del tambor dodecafonico
gatos sueñan la amistad del niño.
La escala de colores celestiales es dirigida por un pavo real.
Un pavo real es un arpa de los ángeles.
Este teatro es la sala de espejos
de los faraones que duermen de pie.
Los avestruces no tienen límite de tiempo.
Un jardín de jirafas y la gracia de la amatista ensimismada.
Los santos en realidad son rosas de fuego en la camisa de las nebulosas.
Relámpagos danzan con el volatinero loco
en barcos distantes del delfín.
Jairo Guzmán