Pintura de Avery Palmer
En blanco y negro
La luz se endurece en la piedra. Una piedra, sí, un duro hueso de la tierra.
Y si no fuera por la luz este verano sería de sangre.
Y si no fuera por la luz
el invierno que viene sería un invierno de algas muertas.
El día: su iluminada concavidad electriza el paso de nuestros pies felinos. La luz desnuda nuestros cuerpos. La luz,
el resplandor de sus lanzas punza nuestras cabezas.
Y sin la noche la luna sería el frío rostro de la venganza, sin la noche no existiría el sonido del piano ni la dulce melodía de las voces negras.
Sin la noche la vida sería gris, sin la noche el hombre moriría en su primera noche.
Escrito en piedra
En piedra escribo:
en el principio fue la música, después
vino la muerte.
Lo digo en memoria de los días talados.
En piedra escribo los nombres de la luz.
Con la sombra de mis palabras
dibujo sus manos y sus ojos de angustia.
En las ramas de mi memoria abrazo su música
y sus frutos de electricidad.
En los desfiladeros se suicidan los días,
y los árboles desde hace ya mucho tiempo
han dejado de dar sus frutos.
En piedra escribo la vida
como escribe el relámpago el regreso del agua.
Afirmo la vida, la antigua llama que ilumina mi propio abismo.
Magdalena
Del río, ayer grande y generoso, salen ahora las canastillas
de mimbre ya sin peces: el mimbre solo como las costillas
de la res bajo las alas negras de los samuros.
Oscuras alas cubren la ceiba que antes estaba cargada de luz, hoy es un ramo de muertos.
Pájaros negros revuelan entre piedras negras,
y cuando llega la noche, la obsidiana de los reflejos del río, corta el cuello del resplandor de la luna.
Nacido del sol el caballo del día desciende y en su galope trae las manos rapaces de vengativos dioses.
Esta sangre reseca es nuestro verano, porque en el invierno
la escorrentía mueve las grandes piedras y baja de las altas montañas los gruesos árboles que se sumergen de pie
en el mar.
Y en las orillas el hombre es la espuma
de la creciente.
Destechado vive bajo la carpa de la noche
y tienen una niña que la luna no abraza,
un perro más oscuro que su sombra
y un destino arrojado a las brasas del sol.
Poema de las almas muertas
Cómo entender
Los prolongados silencios del árbol
Cómo discutir el monólogo del río
Cómo iluminar el resplandor de un incendio
Cómo leer la sangre abierta.
Cómo curar las heridas del día
Cómo leer las manchas del sol
Cómo cantar estas muertes.
Cómo entender al trastornado
Cómo curar los rostros del miedo
Cómo contarle al que pasa
Cómo hablarle al que pasa
Y cómo,
Si lo que pasa, lo que atraviesa esta noche
Son trescientas mil almas caídas en la guerra.
A una herida dale alas
Y ya que es obra de tus sueños ama tu herida.
A tu propia herida,
no la niegues, déjala ser.
Desnuda su resplandor desde la cima más alta.
A tu herida enséñale a volar, dale alas.
Deja que su dolor beba
entre los senos del vacío la leche de la nada.
Obús
En la mañana la artillería del sol lanza el obús que ilumina los cuerpos de los hombres talados al anochecer, y sobre
la ceniza de los derrotados, los rifles levantan la iglesia del odio.
Pero a la caída de un hombre
por más naturalidad que se imposte, siempre le sigue
un viento helado
y el luto de los árboles a la blanca orilla de luz.
La luz disuelta en un mar que arrastra las cañas, los días
y los hombres tocados por los carboncillos de la muerte.
Desiertos
Una caravana de desvencijadas carretas
viaja con la noticia: hay guerra en el desierto.
Los cuervos merodean en la arena enlutada,
el hambre es la guerra más lenta.
La muerte relumbra en las tinajas vacías
en los áridos pezones de las madres
del pueblo del desierto.
Poema de amor
Oscuras alas nos rozan, anoche
cayó un lamparón de sangre sobre la tierra
y la luz de las bombas
iluminó nuestros cuerpos dormidos.
Después de la guerra levantaremos la casa
y la sangre derramada
arrastrará los pájaros grises de la tormenta.
La historia es un país de estaciones,
después del oscuro invierno
pintaremos la casa; cuando en el cielo rojo
se oculten las máquinas de la sombra
enterraremos a nuestros muertos.
Pintaremos la casa,
y el olvido resanará las grietas.
En la noche volverán los amigos
a encender la hoguera de sus voces;
tu voz será una lámpara sobre las ruinas
y tus manos lavarán la sangre de la tierra.
Conjeturas sobre la falsa creación del hombre
Después de la caída al hombre todavía le quedan alas. Algunas veces las mueve y todos lo rodeamos; es un rito, siempre que sus alas se mueven lo observamos atentos, esperamos el momento de su levitación, pero vuelve a caer... pesado sobre la dura tierra.
Recae luego insiste, rueda o se desliza hasta volver a empezar el ascenso. Bordea la cima y vuelve a caer. Intenta algunas veces desde la armazón de un pájaro mecánico, y vuelve y cae. No puede negar su vocación terrestre.
Es falso que el hombre esté consumado, con la carcasa de sus huesos no logra levantar un refugio para un ser diferenciado. En todo caso el hombre aún no tiene siquiera la habilidad del escarabajo, sus alas rotas le estorban para caminar, su peso muerto es su pesada y persistente sombra.
Álvaro Marín. Manzanares, Caldas, 1958.En poesía publicó Noche Líquida, mención en el Premio Latinoamericano de Poesía convocado por la revista Prometeo; su libro Jinete de sombras (1992) obtuvo un premio en la Casa de Poesía Fernando Mejía de Manizales. El libro de ensayo La brújula no quiere marcar más el norte, fue publicado en el año 1997 por la editorial Magisterio de Bogotá. En Caracas publicó Estrategia continental, en el año 2008, libro de ensayo sobre cultura latinoamericana y literatura. Otro de sus libros de ensayo crítico es La biodiversidad es la cabalgadura de la muerte, libro que trata sobre el desplazamiento en Colombia. Con la crónica Humboldt y las manzanas podridas, el Instituto de las artes de Bogotá le concedió el premio en este género en el año 2011, en el mismo año el Centro de Poesía José Hierro de España le concedió mención en el Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro.En el campo de la comunicación, las investigaciones desarrolladas sobre los procesos alternativos han sido herramientas de trabajo de organizaciones sociales y comunitarias.En su reflexión ensayística los principales aportes se han desarrollado en temas relacionados con la cultura latinoamericana y las recientes políticas culturales.Los poemas aquí publicados hacen parte del libro Conjeturas sobre la falsa creación del hombre, ganador , en 2016, del VII Concurso Nacional de libro de Poesía,Universidad Industrial de Santander.