domingo, 24 de junio de 2012
POEMAS DE ANTONIO SILVA: Del Libro “MATRIA”. Selección de Rodrigo Verdugo.
YO NO ELEGI EL OPERATICO DECORADO DE LA CORDILLERA
pero
pinté de sal y rosa los Andes
para contemplar en él, el blancor de una patria,
Me vestí con los atavíos de mi madre.
Me saqué los ojos para nombrar
Edipa santificada de coronas
En la ceguera vi a la india que cuelga de mis vértebras,
loca que ejercita en mapuñol
el celular corro de las soledades.
¿Cómo comprender el pajaral canto de tu boca en el
/níveo anonimato de las palabras?
¿A quién preguntarle por el sur o el norte?
He inventado una patria para los despatriados,
mi pequeña ítaca, mi futura lengua
Para el ignoto fulgor que vibra en ventanas tapiadas,
Para el hechizo que una mujer despliega en la finitud
/de las tiendas
Para la carcajada cesante en la fugacidad de un
/atardecer alcohólico
en un tempo áfono y áfasico
Para el cuenco donde las cosas caen y,
donde cada sentido riza la concavidad de un cuerpo
Para la pequeña distancia de tus huesos
que imita un futuro día blanco Blanco
de mi memoria
Para el espejal gesto de tu mano
en la trenza de la selva
Para la disposición de lo bello;
el oxígeno de tu boca sobre
el pelaje de mis dedos
Para tu cabeza india
Ramera Amancebada de sol Azteca
Ona Maya Zapoteca araucanita
Quechua Aimará Naguatl
De sangre mi vestido jamás americana
Huk Indiapa Minueto
Trompanne Gapachacun Tzay Ichisaj
/Selvapita Uchkunkaj
Temporera
I
Al taquicárdico pulsar de una estrella
abres el cortinaje, imitando la abertura de tu sexo
–lentamente al nauseabundo hedor de la complicidad–
La oquedad de un mísero pasaje,
Un territorio siempre ajeno.
II
Bajo una luna igual de hocicona vuelves con el azote
/del taco reina
su chasquido enciende el lenguaje de la muerte
Algo más de las 2 de la madrugada; un bazar abierto
/sólo para la venta de cigarrillos sueltos
Una débil música filtra la orladura de la noche
El quejido de una reja de tablas.
La ampolleta es un ojo atómico
que todo lo tiñe de amarillo siniestro.
III
Un lar inscrito en el doblemente tercer mundo el
/trasterío de ollas espejea en la fatua
lumbre la agonía de una casta en desintegración total
Separado por una sábana grasienta, tu pedestre
/e ingenuo mundo;
un póster de Emmanuel, un estuche que irónicamente
/te dice “mis cosas”
Enciendes un cigarrillo y al volumen de la
/promiscuidad
Te internas en el dial de las abandonadas, guiñas perla
/y pestaña y tu labio es un tendido eléctrico
Balbuceas el nombre de tu hijo el de un hombre.
IV
MIHUACHITOMICABRITOMINIÑITOMIAMORCITO
MICABRITOMINIÑITOMIAMORCITOMIHUACHITO
AL FONDO MI GRITO DE LAS NALGAS DE LA
/TIERRA YERBAMOTO RUDA PALTO
JARDÍN DE PÚAS YO MARÍA LEVITANDO SIN
/CALZÓN
SIN AMOR LA MIRADA FIJA EN UN ORGASMO
LA CASA TIEMBLA VACA PATE’VACA MARACA
/LACHA SUELTA
RAMERA AMANCEBADA TEMPORERA
EL INCENDIO EL AMOR SE TE FUE
YO LA MUERTA LA MESERA LA MAMONA LA
/CARA PARTIDA
V
Envuelto en el tísico sudor de una preñez
el cuerpo de una niña babeante
Pupila honda, sal y tiempo en la cicatriz de un útero
La radio mastica el evangelio, azote perfecto. La culpa.
VI
Tu sollozo se confunde
en el oreo de los álamos
Descalza con una tirilluda enagua
te paseas en el pequeño patio interior
y untas tu rostro en el agua estancada de una artesa
que parece calmar la sed de un corazón fabricado a
/patadas
pareces una bruja intentando salvar algo
quizá sólo a ti misma
VII
Tres o cuatro palabras
la gestualidad de una cruz
el hipnótico cojeo de una mujer
internándose en la finitud de la noche
hablando sola o con lo s gatos –que esta noche
/pase luego–
El paso de un tren y el ladrido de lo irracional
anuncian con hocico metálico el futuro devenir
en la frágil oración de una mujer.
VIII
“Soy María Jorquera Melenao pertenezco a esa ralea
de mujeres en las cuales se deposita toda la
animadversión de una moral rudimentaria, sostenida
en el ejercicio de lapidación y exilio de la concubina”
El mísero monólogo voltea los ojos de la noche,
transparentando el óseo lunar
La única ebria es la muerte y sólo ella deja flores y
besos frente a la pequeña puerta de las venganzas.
Una polilla anula el farol de tu casa
El ruido del mar se interna en la ciudad,
hacia potreros y eriales.
IX
LÁMPARA ECLOSIONA MI CASA MI CAMA MI
/HERMANA
SALTERÍO DE RANCHAS
MI PADRE MI MADRE MI ENAGUA MI LENGUA
LA LOCA LA PASCUALA LA MENOR LA
/DIEZMADA
DAME UN HOMBRE UN HIJO UNA MAÑANA
X
La noche hunde tu cuerpo
hacia la calle más inhóspita de la tristeza
De la miseria siempre hay ojos ávidos –el botín
/de la insignificancia–
XI
En la navaja de una mañana dibujas una casa
y cuentas los nudos de tu trenza
El sol fermenta las bofetadas de una catástrofe
y en tu pelo graso alguien imprime un beso
mientras los evangélicos cantan un quejumbroso
/himno de amor
y una ronda de niñas te obsequia una...
LA NIÑA MARÍA HA SALIDO AL BAILE
BAILE QUE BAILE QUE BAILE
Y SI NO LO BAILA CASTIGO LE DARÁN.
Antonio Silva: (1970-2012) Poeta Chileno. Autor de: “Andrógino” Ediciones Concurso Eusebio Lillo, Municipalidad de El Bosque, Santiago de Chile, (1996) “Analfabeta” (prologo de Carmen Berenguer) Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, (2000) y Matria (2008). Su obra ha sido publicada en diversas revistas y antologías chilenas.